En Perú el primer lugar en donde se registró la plaga fue en Iquitos, en un hotel en donde llegaban turistas de otros países, uno de
ellos fue encontrado devorando a su familia, el S.O. Ronaldinho Amasifuen, el policía que acudió a la emergencia, la detalló así:
"Eran las 3:00 de la mañana aproximadamente cuando
llamaron al teléfono de la comisaria, era el administrador del hotel indicando
que había escuchado gritos y ruidos fuertes de la habitación familiar que
tienen en el hotel, no se atrevió a acercarse allí pues los gritos eran
desgarradores, acudimos en cuanto pudimos pues la camioneta que tenemos
asignada no tenía gasolina así que le pasé la voz a un amigo que tiene su
mototaxi para que nos llevara al hotel, el pata nos llevó luego de dejar a una
pareja en un motel de la zona.
Cuando llegamos a la habitación y abrimos la puerta lo que
vimos nos dejó paralizados, había sangre por todos lados, por un momento pensamos
que habían plantas pegadas en las paredes ensangrentadas, pero cuando
encendimos las luces nos dimos cuenta que eran los sesos y los órganos de
alguien que estaban pegados a la pared. La entrada estaba libre, salvo por el
cuerpo de lo que parece era una persona adulta, la misma al parecer intento
escapar pero no llego a la puerta, su estómago estaba abierto y su rostro había
desaparecido”.
La zona de la selva se volvió mucho más vulnerable, gracias a las malas condiciones sanitarias de
las ciudades de esa zona las enfermedades se propagaban siempre mucho más rápido. En este caso no solo jugaron en contra las condiciones sanitarias, sino que cuando manifestaban los síntomas los
infectados propagaban la enfermedad de manera frenética.
A las 2 de la mañana aproximadamente se presentaron
problemas en la red de abastecimiento de energía del oriente del país,
"como cuando los terrucos de Sendero Luminoso se tumbaban las torres" pensé.
A la mañana siguiente el gobierno indicó que lo que estaba
pasando en Iquitos era un brote de cólera que había asustado a la población
generando la histeria colectiva, enviaron batallones del ejército a imponer la
calma en dicha ciudad, ninguno de los soldados enviados allá imagino que no
volvería nunca más... al menos como seres humanos.
Lo que sucedió en Iquitos ni bien llegaron las tropas lo
documentó un reportero de un blog de noticias independiente de la zona quien
tomó nota de la declaración de un soldado anónimo:
"El avión tuvo problemas para
aterrizar, los que íbamos en el Fokker solo atinamos a salir ni bien la nave se
detuvo, eran las 15:00 y el aeropuerto era un caos, la gente se había tumbado
las mallas periféricas, un grupo enorme de ellos se acercó al avión para
intentar subir, el sargento nos ordenó disparar al aire para disuadir a la
gente, fue en vano, estaban aterrados, gritaban "llévennos, no se queden,
van a morir, han soltado al tunche en la ciudad", fue allí cuando un
soldado se asustó tanto que empezó a disparar directamente a la turba, un niño
que iba adelante cayó muerto, la sangre empezó a brotar de su cuerpo, la gente
en vez de asustarse se enfureció, como si no les importara morir allí empezaron
a pelear contra nosotros para quitarnos nuestras armas, cuando el piloto salió
a ver qué pasaba una bala le dio en la cabeza, murió al instante. No había otra
opción, nos quedábamos, los otros vuelos no podían descender pues nuestra nave
obstruía la pista.
Empezamos a avanzar atravesando la marea de gente que
buscaba frenéticamente subir al avión, asumo que alguien que creía que sabía
algo de volar aviones tomó el mando, pues la nave empezó a moverse con la gente
todavía pugnando por entrar a ella, las llantas pasaban sobre la gente como si
fuera un cuchillo en mantequilla, parece que quien intentó volar el Fokker no sabía
mucho, el avión avanzo a gran velocidad hasta el final de la pista, no pudo
elevarse mucho y se estrelló. Entre la gente herida pude ver al niño que había sido herido por mi compañero, se había levantado y caminado unos metros, luego se había sentado y empezó a devorar a los heridos quienes gritaban desesperados por ayuda, no lo podía creer, cuando levantó la mirada quedé estupefacto, era literalmente un zombi.”